Lavanda

La lavanda es más que una simple fragancia: sumérgete en el mundo de la lavanda y descubre cómo nuestros productos formulados LisaMar® miman la piel de forma natural.

Origen e historia

La lavanda (Lavandula angustifolia), también conocida como lavanda verdadera, pertenece a la familia de las Lamiaceae. Es una de las plantas más conocidas del Mediterráneo, y crece en las soleadas colinas y campos de la región. Desde la antigüedad, la lavanda ha sido apreciada por su fragancia y sus propiedades calmantes.

Esta planta robusta y fragante es conocida por sus flores púrpuras y su aceite esencial, que se extrae de las inflorescencias mediante destilación al vapor.
Lavanda
Lavanda

Uso

La lavanda se utiliza tradicionalmente en la aromaterapia y el cuidado de la piel en el Mediterráneo. Su aroma relajante es parte integral del estilo de vida mediterráneo, que valora la armonía y el equilibrio.
Es especialmente popular en productos formulados para piel sensible y estresada, o para usar antes de dormir. También se utiliza en productos para el cuidado capilar para calmar el cuero cabelludo y promover el crecimiento sano del cabello.
La lavanda se utiliza de diversas formas en la cosmética natural:
Aceite esencial de lavanda: comúnmente utilizado por sus propiedades calmantes y antisépticas, se utiliza en aceites faciales, sueros, humectantes y productos de baño.
Hidrosol de lavanda (agua floral): como agua facial o tónico suave y refrescante, tiene beneficios similares a los del aceite esencial pero es más suave.

Extracto de flor de lavanda: se utiliza en cremas, lociones y mascarillas para calmar y nutrir la piel.

Té de lavanda: En recetas cosméticas caseras, el té de lavanda puede servir como base para tónicos o mascarillas faciales.

Propiedades y efectos

La lavanda tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias, lo que la hace ideal para aliviar irritaciones y enrojecimiento de la piel. Su aroma promueve la relajación y el alivio del estrés, lo que la hace especialmente valiosa para el cuidado holístico de la piel.
El aceite de lavanda es mundialmente conocido por sus propiedades calmantes. Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, lo que lo convierte en un ingrediente popular en productos de aromaterapia y cuidado de la piel nocturno. Los efectos calmantes de la lavanda promueven un sueño reparador y pueden ayudar a aliviar la irritación de la piel causada por el estrés.

El aceite de lavanda posee potentes propiedades antiinflamatorias, lo que lo hace especialmente útil para tratar afecciones cutáneas como el acné, el eccema y la psoriasis. Acelera la cicatrización de heridas, reduce el enrojecimiento y la hinchazón, y promueve la regeneración celular de la piel.

Las propiedades antimicrobianas del aceite de lavanda lo convierten en un remedio eficaz para combatir el acné y las infecciones cutáneas. Ayuda a inhibir el crecimiento de las bacterias que causan imperfecciones y promueve una piel más limpia y sana.

El aceite de lavanda contiene potentes antioxidantes que protegen la piel del daño de los radicales libres. Esto ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y mejora la apariencia de la piel.

Lavanda
Lavanda

Ingredientes

La lavanda contiene aceites esenciales ricos en linalool y acetato de linalilo, conocidos por sus propiedades calmantes y cicatrizantes. Estos aceites también poseen propiedades antimicrobianas y promueven la salud de la piel.

El aceite de lavanda contiene una variedad de compuestos bioactivos que explican sus diversos beneficios para la salud y la cosmética.

La lavanda es un ingrediente valioso y versátil en la cosmética natural, reconocido por sus propiedades calmantes, curativas y protectoras. Ya sea en el cuidado de la piel o en aromaterapia, el aceite de lavanda ofrece numerosos beneficios que contribuyen a la relajación, la curación y el cuidado de la piel.

Aquí están los ingredientes más importantes:

Un alcohol terpénico que constituye aproximadamente el 20 % del aceite esencial de lavanda. El linalool posee propiedades calmantes y ansiolíticas, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para productos de relajación y reducción del estrés.

Este éster constituye hasta el 50 % del aceite de lavanda y es responsable de su aroma característico, así como de sus efectos calmantes y relajantes. También posee propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.

Estos componentes tienen propiedades antisépticas y antiinflamatorias que apoyan la eficacia de la lavanda en el tratamiento de irritaciones e infecciones de la piel.

Ambos son alcoholes con fuertes propiedades antimicrobianas y antioxidantes que protegen la piel del daño de los radicales libres y promueven la curación.